14 cosas que sus ojos están tratando de advertirle sobre su salud
Ojeras, orzuelos, cejas escasas, visión nocturna reducida… Prestando atención a los avisos que sus ojos le envían podría anticiparse a problemas graves de salud, como un accidente cerebrovascular (ACV) o un cáncer.
Aquí van 14 señales ante las que debe preocuparse:
1. Ojeras rojizas y persistentes
Si este tipo de ojeras persisten a pesar de que usted esté descansando lo suficiente, pueden deberse a una rinitis alérgica.
Lo habitual es que también tenga los rojos enrojecidos y con picores, así como estornudos y secreción nasal.
Los alérgenos provocan una dilatación de los vasos sanguíneos que se hace visible en la piel que rodea los ojos porque es la más fina de todo el cuerpo.
Si lo que aparecen son puntos de color rojo en forma de máscara alrededor de los ojos, puede tratarse de lupus eritematoso, una enfermedad autoinmune.
2. Cuando el blanco de sus ojos se vuelve amarillo
Se trata de ictericia, y es probable que también haya provocado que su piel se vuelva amarillenta.
La ictericia es síntoma de una disfunción hepática (autoinmune, alcohólica o derivada de una hepatitis viral, del consumo de algún medicamento, del Síndrome de Gilbert, de un tumor…) o de la vesícula biliar (cálculos biliares, colestasis del embarazo, un tumor…) que afecta a la bilis.
Pero, ¿por qué aparece ese tono amarillo?
La bilis contiene un pigmento tóxico amarillento, la bilirrubina. Cuando se produce demasiada bilis y el cuerpo tiene dificultad para expulsarla, ese pigmento amarillo pasa a acumularse en los ojos y la piel.
La ictericia es muy frecuente en los bebés prematuros, en los que el hígado trabaja sólo al 50%, y se trata con luces especiales que ayudan a degradar el pigmento amarillo. En los adultos, la ictericia debe tratarse específicamente según su causa.
La ictericia puede observarse también cuando hay escasez de glóbulos rojos, como por ejemplo en pacientes con anemia hemolítica (destrucción de hematíes). También suele ser típica de pacientes con prótesis valvulares cardíacas disfuncionales o de enfermos de paludismo, en el que el hígado destruye los glóbulos rojos infectados para combatir la enfermedad.
3. Un orzuelo persistente o párpados hinchados y dolorosos
Un orzuelo es la inflamación de una glándula sebácea que aparece en la línea de las pestañas o en el párpado.
No es doloroso, pero produce un picor intenso y resulta molesto.
Si su orzuelo no desaparece por sí solo después de dos o tres semanas, o reaparece con frecuencia en el mismo lugar, es importante que acuda a un especialista.
Podría estar apuntando hacia una forma poco común de cáncer: el carcinoma sebáceo. La glándula sebácea es un pequeño órgano situado en la base de cada pelo y se encarga de producir el sebo, la grasa del cabello.
4. Ver borroso o tener los ojos secos y doloridos delante del ordenador
A las pantallas que nos rodean a menudo les falta contraste. Para ver bien en ellas, nuestros ojos deben esforzarse mucho.
Después de unas cuantas horas delante del ordenador o de cualquier otro dispositivo electrónico con pantalla, usted puede:
Tener los ojos secos y enrojecidos.
Tener dolor de cabeza y de ojos.
Ver borroso.
Ver doble.
Este problema tiene un nombre: el síndrome visual informático. Haga lo posible por acondicionar cuanto antes su ambiente de trabajo, estudio o lectura (luz adecuada, distancia adecuada respecto a la pantalla, uso de gafas en caso de ser necesario...); a largo plazo el síndrome visual informático puede provocar daños irreparables en las células de la retina.
5. Ojos saltones
Unos ojos que parecen a punto de salirse de sus órbitas pueden estar revelando un problema de tiroides. En este caso, la glándula tiroides estaría siendo demasiado activa (hipertiroidismo).
El término griego para describir los ojos desorbitados es “exoftalmos”.
6. Cejas despobladas
Si el extremo externo de sus cejas desaparece, debería controlar su tiroides. Puede que sufra también hipotiroidismo.
7. Ver mal de noche
Si su visión empeora por la noche debería tratar de aumentar sus aportes de vitamina A, sobre todo de betacarotenos.
Para percibir la luz correctamente, el ojo necesita un pigmento llamado rodopsina, el cual conseguimos a través de la vitamina A.
Para conseguir un mayor aporte, coma más frutas y verduras de color naranja y amarillo, como zanahorias, naranjas, limones o batatas, entre otros, pero también pescado graso.
8. Ver luces que centellean
Los escotomas centelleantes (la visión de manchas brillantes que titilan) se manifiestan antes de una migraña oftálmica con aura.
¡Atención! La migraña no es un simple dolor de cabeza, sino algo mucho más definido: se trata de dolores intensos y localizados en forma de espasmos violentos, de tal magnitud que pueden llegar a limitar todo tipo de actividad cotidiana.
Cualquier esfuerzo físico acentúa el dolor. Las personas que padecen migrañas no toleran el ruido ni la luz, e incluso llegan a sentir náuseas.
La migraña con aura previene de su llegada nublando la vista.
9. Cuando las líneas se curvan
También es un aviso de migraña con aura.
10. Puntos y manchas negras en el campo de visión
Otra señal más que anuncia una migraña con aura.
Si la mancha permanece fija dentro del campo visual, podría tratarse de degeneración macular asociada a la edad (DMAE) o de una enfermedad de la retina. En cualquiera de estos casos, es importante que consulte a su médico.
Si usted tiene más de 50 años y ve manchas que se desplazan cuando sus ojos se mueven, como si viese moscas volando, implica un desprendimiento del vítreo (gel que baña el interior del globo ocular y permanece en contacto con la retina; suele desprenderse habitualmente en el polo posterior del ojo). Este problema también requiere tratamiento urgente.
11. Una mancha roja en el ojo
Si una mañana se levanta con el ojo completamente rojo, significa que un pequeño vaso sanguíneo ha explotado. Si esto le ocurre a menudo, sin duda padece un problema de hipertensión arterial.
Al observarlo de cerca, su oftalmólogo percibirá que los vasos sanguíneos de su retina están constreñidos.
12. Ver doble, ver sombras o incluso quedarse ciego súbitamente
Sin que le duela absolutamente nada, usted puede de repente empezar a ver doble, a ver poco más que sombras e incluso quedarse súbitamente ciego.
Son señales de alerta que anuncian un accidente cerebrovascular (ACV), por lo que es importante acudir rápidamente a urgencias.
Pero hay otros trastornos que también apuntan a un ACV y que asimismo aparecen de forma totalmente repentina:
Dificultad para comunicarse (de repente cuesta hablar y comprender lo que se escucha).
Parálisis de un miembro.
Pérdida del equilibrio.
13. Síntomas de ACV y dolor
Si usted tiene síntomas de un ACV (visión con sombras, visión doble, ceguera repentina…) y también le duelen los ojos, quizá se trate de una neuritis óptica, una inflamación del nervio óptico.
Con frecuencia la neuritis óptica precede en unos cuantos años a la esclerosis múltiple, una enfermedad autoinmune del sistema nervioso central y de consecuencias terribles: paraliza el cuerpo, priva a la persona de sus percepciones sensoriales, destruye la memoria… Muchos enfermos de esclerosis múltiple dejan incluso de hablar.
14. Si es diabético y ve borroso
las personas que padecen diabetes de tipo 2 (mellitus o “azucarada”) tienen a menudo problemas en los ojos, dado que los problemas de circulación sanguínea afectan también a estos órganos.
El problema más frecuente es la retinopatía, una enfermedad degenerativa causada por un trastorno vascular de las arterias de la retina. Las trombosis, hemorragias y exudados acaban por anular la principal función de la retina, causando una ceguera irreversible.
Muchos pacientes diabéticos terminan quedándose parcialmente ciegos, y un alto porcentaje de las personas que pierden la vista antes de los 65 años son diabéticos de tipo 2.
Ya ha visto todo lo que sus ojos pueden estar diciéndole sobre su salud.
Présteles atención.
Ojeras, orzuelos, cejas escasas, visión nocturna reducida… Prestando atención a los avisos que sus ojos le envían podría anticiparse a problemas graves de salud, como un accidente cerebrovascular (ACV) o un cáncer.
Aquí van 14 señales ante las que debe preocuparse:
1. Ojeras rojizas y persistentes
Si este tipo de ojeras persisten a pesar de que usted esté descansando lo suficiente, pueden deberse a una rinitis alérgica.
Lo habitual es que también tenga los rojos enrojecidos y con picores, así como estornudos y secreción nasal.
Los alérgenos provocan una dilatación de los vasos sanguíneos que se hace visible en la piel que rodea los ojos porque es la más fina de todo el cuerpo.
Si lo que aparecen son puntos de color rojo en forma de máscara alrededor de los ojos, puede tratarse de lupus eritematoso, una enfermedad autoinmune.
2. Cuando el blanco de sus ojos se vuelve amarillo
Se trata de ictericia, y es probable que también haya provocado que su piel se vuelva amarillenta.
La ictericia es síntoma de una disfunción hepática (autoinmune, alcohólica o derivada de una hepatitis viral, del consumo de algún medicamento, del Síndrome de Gilbert, de un tumor…) o de la vesícula biliar (cálculos biliares, colestasis del embarazo, un tumor…) que afecta a la bilis.
Pero, ¿por qué aparece ese tono amarillo?
La bilis contiene un pigmento tóxico amarillento, la bilirrubina. Cuando se produce demasiada bilis y el cuerpo tiene dificultad para expulsarla, ese pigmento amarillo pasa a acumularse en los ojos y la piel.
La ictericia es muy frecuente en los bebés prematuros, en los que el hígado trabaja sólo al 50%, y se trata con luces especiales que ayudan a degradar el pigmento amarillo. En los adultos, la ictericia debe tratarse específicamente según su causa.
La ictericia puede observarse también cuando hay escasez de glóbulos rojos, como por ejemplo en pacientes con anemia hemolítica (destrucción de hematíes). También suele ser típica de pacientes con prótesis valvulares cardíacas disfuncionales o de enfermos de paludismo, en el que el hígado destruye los glóbulos rojos infectados para combatir la enfermedad.
3. Un orzuelo persistente o párpados hinchados y dolorosos
Un orzuelo es la inflamación de una glándula sebácea que aparece en la línea de las pestañas o en el párpado.
No es doloroso, pero produce un picor intenso y resulta molesto.
Si su orzuelo no desaparece por sí solo después de dos o tres semanas, o reaparece con frecuencia en el mismo lugar, es importante que acuda a un especialista.
Podría estar apuntando hacia una forma poco común de cáncer: el carcinoma sebáceo. La glándula sebácea es un pequeño órgano situado en la base de cada pelo y se encarga de producir el sebo, la grasa del cabello.
4. Ver borroso o tener los ojos secos y doloridos delante del ordenador
A las pantallas que nos rodean a menudo les falta contraste. Para ver bien en ellas, nuestros ojos deben esforzarse mucho.
Después de unas cuantas horas delante del ordenador o de cualquier otro dispositivo electrónico con pantalla, usted puede:
Tener los ojos secos y enrojecidos.
Tener dolor de cabeza y de ojos.
Ver borroso.
Ver doble.
Este problema tiene un nombre: el síndrome visual informático. Haga lo posible por acondicionar cuanto antes su ambiente de trabajo, estudio o lectura (luz adecuada, distancia adecuada respecto a la pantalla, uso de gafas en caso de ser necesario...); a largo plazo el síndrome visual informático puede provocar daños irreparables en las células de la retina.
5. Ojos saltones
Unos ojos que parecen a punto de salirse de sus órbitas pueden estar revelando un problema de tiroides. En este caso, la glándula tiroides estaría siendo demasiado activa (hipertiroidismo).
El término griego para describir los ojos desorbitados es “exoftalmos”.
6. Cejas despobladas
Si el extremo externo de sus cejas desaparece, debería controlar su tiroides. Puede que sufra también hipotiroidismo.
7. Ver mal de noche
Si su visión empeora por la noche debería tratar de aumentar sus aportes de vitamina A, sobre todo de betacarotenos.
Para percibir la luz correctamente, el ojo necesita un pigmento llamado rodopsina, el cual conseguimos a través de la vitamina A.
Para conseguir un mayor aporte, coma más frutas y verduras de color naranja y amarillo, como zanahorias, naranjas, limones o batatas, entre otros, pero también pescado graso.
8. Ver luces que centellean
Los escotomas centelleantes (la visión de manchas brillantes que titilan) se manifiestan antes de una migraña oftálmica con aura.
¡Atención! La migraña no es un simple dolor de cabeza, sino algo mucho más definido: se trata de dolores intensos y localizados en forma de espasmos violentos, de tal magnitud que pueden llegar a limitar todo tipo de actividad cotidiana.
Cualquier esfuerzo físico acentúa el dolor. Las personas que padecen migrañas no toleran el ruido ni la luz, e incluso llegan a sentir náuseas.
La migraña con aura previene de su llegada nublando la vista.
9. Cuando las líneas se curvan
También es un aviso de migraña con aura.
10. Puntos y manchas negras en el campo de visión
Otra señal más que anuncia una migraña con aura.
Si la mancha permanece fija dentro del campo visual, podría tratarse de degeneración macular asociada a la edad (DMAE) o de una enfermedad de la retina. En cualquiera de estos casos, es importante que consulte a su médico.
Si usted tiene más de 50 años y ve manchas que se desplazan cuando sus ojos se mueven, como si viese moscas volando, implica un desprendimiento del vítreo (gel que baña el interior del globo ocular y permanece en contacto con la retina; suele desprenderse habitualmente en el polo posterior del ojo). Este problema también requiere tratamiento urgente.
11. Una mancha roja en el ojo
Si una mañana se levanta con el ojo completamente rojo, significa que un pequeño vaso sanguíneo ha explotado. Si esto le ocurre a menudo, sin duda padece un problema de hipertensión arterial.
Al observarlo de cerca, su oftalmólogo percibirá que los vasos sanguíneos de su retina están constreñidos.
12. Ver doble, ver sombras o incluso quedarse ciego súbitamente
Sin que le duela absolutamente nada, usted puede de repente empezar a ver doble, a ver poco más que sombras e incluso quedarse súbitamente ciego.
Son señales de alerta que anuncian un accidente cerebrovascular (ACV), por lo que es importante acudir rápidamente a urgencias.
Pero hay otros trastornos que también apuntan a un ACV y que asimismo aparecen de forma totalmente repentina:
Dificultad para comunicarse (de repente cuesta hablar y comprender lo que se escucha).
Parálisis de un miembro.
Pérdida del equilibrio.
13. Síntomas de ACV y dolor
Si usted tiene síntomas de un ACV (visión con sombras, visión doble, ceguera repentina…) y también le duelen los ojos, quizá se trate de una neuritis óptica, una inflamación del nervio óptico.
Con frecuencia la neuritis óptica precede en unos cuantos años a la esclerosis múltiple, una enfermedad autoinmune del sistema nervioso central y de consecuencias terribles: paraliza el cuerpo, priva a la persona de sus percepciones sensoriales, destruye la memoria… Muchos enfermos de esclerosis múltiple dejan incluso de hablar.
14. Si es diabético y ve borroso
las personas que padecen diabetes de tipo 2 (mellitus o “azucarada”) tienen a menudo problemas en los ojos, dado que los problemas de circulación sanguínea afectan también a estos órganos.
El problema más frecuente es la retinopatía, una enfermedad degenerativa causada por un trastorno vascular de las arterias de la retina. Las trombosis, hemorragias y exudados acaban por anular la principal función de la retina, causando una ceguera irreversible.
Muchos pacientes diabéticos terminan quedándose parcialmente ciegos, y un alto porcentaje de las personas que pierden la vista antes de los 65 años son diabéticos de tipo 2.
Ya ha visto todo lo que sus ojos pueden estar diciéndole sobre su salud.
Présteles atención.
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