Desconfíe de los deportistas
El
ejercicio físico es la clave de la salud. Sin embargo, no hay que confundir
ser deportista y tener buena salud.
De
hecho, los consejos para tener buena salud no siempre son los que maximizan
el rendimiento deportivo.
¿Están sanos los campeones olímpicos?
Les
planteo la cuestión con toda franqueza, y a lo que me refiero es si están
bien de la cabeza...
Un
estudio ha revelado que, si tuvieran la oportunidad, la mayoría de los
atletas de nivel olímpico estarían dispuestos a tomar una sustancia, que les
mataría con seguridad en un plazo de cinco años, ¡si esta sustancia les
garantizara la medalla de oro! Este hecho se conoce como el "Dilema de
Goldman". (1)
Deporte intensivo = estrés oxidativo = enfermedades
crónicas
Todos
los deportes, practicados de forma intensiva, crean en el organismo un
"estrés oxidativo".
La
oxigenación muscular intensa, que es necesaria para aportar el máximo
rendimiento en un esfuerzo intenso, genera radicales libres en el organismo
que oxidan las células y el ADN. Esta oxidación acelera el envejecimiento y
aumenta el riesgo de numerosas enfermedades, incluyendo las enfermedades
cardiacas y el cáncer.
Muchos
deportes provocan igualmente problemas en los tendones, en las articulaciones
y en el corazón. Correr una maratón, algo cada vez más popular, conlleva
claros riegos para los corredores que no estén bien entrenados. Un estudio ha
puesto de manifiesto que algunos corredores aficionados, al terminar la
maratón, pueden presentar una disminución de la función cardiaca y una
inflamación del corazón, que se mantiene incluso hasta tres meses después.
Para llegar a estas conclusiones evaluaron a corredores sanos, tanto
profesionales como aficionados, de entre 18 y 60 años, que corrieron en la
popular Quebec City Marathon,
sometiéndoles a pruebas antes de la carrera, nada más terminar ésta y
posteriormente. (2)
Tras
una maratón los análisis de sangre muestran un aumento exagerado de la
creatinfosfokinasa (CPK), una enzima que se libera a la sangre cuando se
destruyen fibras musculares (microroturas por el esfuerzo físico sostenido de
la maratón) o por un infarto agudo de miocardio. De hecho, tras correr una
maratón, algunas personas (indudablemente pocas) fallecen tiempo después por
problemas cardiacos producidos a raíz de ésta, algo que no suele salir en la
prensa puesto que las muertes ocurren días después de la carrera (como
ocurrió en tres casos documentados tras la maratón de Nueva York de
2011).
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Continúa el e-letter de hoy:
El ejercicio físico, bueno para la salud
Pese a
lo anterior, el ejercicio físico es excelente para la salud. La razón
principal es que aumenta la sensibilidad a la insulina y a la leptina, lo que
reduce el almacenamiento de grasas malas, regula el apetito y produce
sensación de saciedad cuando se ha comido lo suficiente.
La
insulina es una hormona que produce el páncreas. En cuanto usted come
alimentos que contienen hidratos de carbono, los niveles de azúcar en su
sangre aumentan, lo cual es perjudicial para los vasos sanguíneos. Entonces
el páncreas secrega insulina, lo que abre pequeñas puertas en sus células
para absorber el exceso de glucosa en la sangre y almacenarla como grasa. Por
lo tanto, la insulina hace bajar los niveles de glucosa en la sangre.
Cuanto
más azúcar tome usted, más insulina producirá el páncreas. Pero llega un
punto en el que las células se saturan: usted se ha hecho resistente a la
insulina, lo que anuncia la diabetes de tipo 2. Su páncreas, que ve subir sus
niveles de glucosa en la sangre, redobla sus esfuerzos para producir más
insulina. Así que sus células comienzan a producir grasa mala en todas
partes: usted aumenta de peso, puede convertirse en diabético, y su corazón y
sus arterias amenazan con obstruirse.
¿Y qué
papel juega aquí el ejercicio físico? Pues va a bajar su nivel de azúcar en
la sangre quemándolo, no almacenándolo, lo que alivia a su páncreas. Sus
niveles de insulina bajan y usted deja de almacenar la glucosa en forma de
grasa, a la vez que su peso disminuye.
Y de la
misma forma que el ejercicio físico excesivo (como en una maratón) conlleva
riesgos cardiacos cuando no se está suficientemente entrenado para ello, el
ejercicio físico moderado a largo plazo tiene el efecto contrario, actuando
como un auténtico escudo protector de la función cardiaca.
Así lo
acaban de poner de manifiesto investigadores del Centro de Regulación
Genómica (CRG) de Barcelona, liderados por el jefe de la Unidad de
Proteómica, Eduard Sabidó, en un estudio que acaba de publicar la
revista Journal of Proteome Research.
El estudio describe cómo ratones de laboratorio (que se usan como modelos de
enfermedades humanas) que realizaron ejercicio durante 54 semanas siguiendo
una rutina de "jogging", presentaban niveles más altos de ciertas
proteínas en las mitocondrias de sus células cardiacas que los ratones que no
hicieron ejercicio, lo que demuestra que el ejercicio físico moderado pero
constante influye en la fuerza de las células para mejorar la función
cardiaca. Los investigadores han identificado dos proteínas, las quinasas RAF
y p38, que desencadenan los efectos cardiovasculares beneficiosos,
demostrando por primera vez la forma exacta en la que el ejercicio físico
ayuda al corazón a nivel molecular. (3)
Olvide los atracones de pasta
Durante
mucho tiempo se pensaba que los deportistas de alto nivel, antes de los
entrenamientos, debían comer grandes cantidades de hidratos de carbono para
saturar sus reservas musculares de glucógeno, el combustible de los músculos.
Pero la
síntesis de glucógeno es un fenómeno bastante lento. Deben transcurrir
aproximadamente 24 horas hasta que las reservas estén llenas. Por ello, ya
ningún deportista serio hace antes del esfuerzo "pasta party"
(comidas informales a base de pasta que se organizan incluso como actividad
paralela en muchas maratones y que permiten a los corredores confraternizar,
a la vez que les sirve de aporte energético para la carrera). Es mejor comer
pequeñas cantidades de hidratos de carbono durante todo el día, también antes
y después del entrenamiento.
Pero
para la mayoría de nosotros, que buscamos optimizar nuestra salud y nuestra
energía más que mejorar nuestro rendimiento, lo mejor es comer proteínas
dentro de los 30 minutos después del ejercicio.
Los
deportistas ocasionales deben evitar las bebidas y barras energéticas e
incluso las bebidas vitaminadas.
Aumente sus niveles de la hormona del crecimiento
Los
ejercicios cortos de alta intensidad hacen aumentar en un 771 % nuestra
producción natural de hormona del crecimiento. Consumir proteínas en este
momento es la mejor manera de reparar y renovar sus células musculares. (4)
La
hormona del crecimiento que se produce de modo natural en el cerebro juega un
papel muy beneficioso en su salud, al reducir la atrofia muscular (pérdida de
masa muscular) que se produce con la edad. De hecho, haga o no haga deporte,
a partir de los 40 años perderá un 1 % de masa muscular, y esto se debe a la
fuerte disminución de la producción de la hormona del crecimiento que se
produce a partir de esta edad.
Además,
esta hormona del crecimiento que se produce de forma natural (ojo, no
confundir con la hormona de crecimiento producida en laboratorios, y que no
es inocua) ayuda al cuerpo a quemar las grasas y a mantener un vientre plano.
También tiene efectos beneficiosos sobre el funcionamiento del cerebro:
cuanta más hormona del crecimiento tiene, más ágil será su mente y mayor su
memoria.
Así que
recuerde bien: la próxima vez que haga deporte, coma al final un buen filete
o unos huevos y verduras ricas en proteínas vegetales como la soja. Esto
elevará sus niveles de hormona del crecimiento y le hará más fuerte... y aún
más inteligente.
¡A su
salud!
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Verrugas: 10 remedios naturales para eliminarlas El segundo de los doce trabajos de Hércules consistió en matar a Hidra de Lerna, un monstruo de siete cabezas al que, por cada cabeza que se le cortaba, le crecían dos más. Después de haberle cortado varias cabezas, a Hércules le desbordó que siguieran saliendo otras nuevas y llamó a su sobrino Yolao para que le ayudara. Éste utilizó unos fardos de paja en llamas para cauterizar los muñones de los cuellos de Hidra mientras Hércules cortaba las cabezas que quedaban. Hércules consiguió acabar finalmente con Hidra, pero recibió un castigo: su trabajo quedó anulado porque había contado con la ayuda de Yolao. Los dermatólogos tampoco se andan con delicadezas: queman las verrugas con nitrógeno líquido a -196º C o bien las cortan con láser. Estos métodos dejan una pequeña cantidad de células infectadas que acaban multiplicándose y formando nuevas verrugas, como ocurría con las cabezas de Hidra de Lerna. Por suerte, existen numero
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